Musa pero no creadora, la mujer fue relegada a posar para el hombre tras la lógica machista de división de roles. Si bien el monopolio que ejercían en el arte parecía inalterable, la excepción, de a poco más numerosa, se atrevió a desafiarlo y fue concretando su inspiración creativa.
Los revolucionarios 60´, con la invención de la pastilla anticonceptiva, el apogeo de la teoría feminista y las ansias de reivindicación contenidas por siglos, no fue un contexto ajeno al arte. Las nuevas generaciones de mujeres artistas desafían y desmantelan un lenguaje que las excluía. Eva Hesse, Marina Abramovic, Cindy Sherman, Jenny Holzen o Barbara Kruger son claros exponentes de arte contemporáneo. Sus trabajos proporcionan nuevos lenguajes para comunicar y ofrecen un diálogo, no sólo entre el espectador y su obra sino también, sobre el planteamiento de temáticas políticas y sociales que son abordadas en obras de arte concretas, y que además revelan la posición de estas mujeres al respecto.
Por otro lado, no podemos olvidarnos de grandes eslabones entre el presente y el pasado. Artistas atípicas de la talla de Frida Khalo, Tarsila Do Amaral, Angeles Santos, Louise Bourgeois y, hasta nuestra mismísima, Lola Mora, lucharon por formar parte de sus movimientos contemporáneos.
Hoy, con mujeres que se convierten en mayoría en las Facultades de Bellas Artes, que irrumpen en el mercado y disputan la gestión de instituciones museísticas, vamos a en este campo para abordar, como corresponde, a la mujer como creadora y musa.


Cálido se avecina el mediodía del sábado y es que sabe que en las últimas horas de la tarde las cruzadas se aventurarán a desplegar su talento de potrero (?) en el primer partido amistoso de futbol cruzado! (ay lo que va a ser eso…) pero como nosotras no andamos con chiquitas (entiéndase: menores de edad, bah al menos yo …), el cierre del día se avista prometedor con la segunda sesión de fotos que se llevará a cabo en las primeras horas de la noche. En esta oportunidad, el esfuerzo de producción nos llevará a lugares impensados, ideados con mucha cabeza y pocos recursos (lo que es ser “pro”), todo sea por la búsqueda del extasío de nuestra audiencia (a nosotras sólo nos movilizan fines artísticos y nuestras fans, obvio).
Para conocer la formación de los equipos, la crónica y el resultado del encuentro deportivo así como también los detalles de la sesión fotográfica, visite este mismo canal. Seguro alguna sube alguito al respecto…

Dq

Un diccionario online del diario español El País ofrece “homosexual” como sinónimo de “pederasta”. Por Ag magazine

El diccionario online del diario ”El País” proporciona, entre su lista de sinónimos de la palabra “pederasta” (además de “pedófilo” y “paidófilo”): “homosexual”, “invertido”, “sodomita” y “marica”. Y como su antónimo, sin embargo, ofrece “heterosexual” .
Un hecho grave, en cualquier caso, y más dada la importancia de ese periódico: si es intencionado, por la arraigada homofobia que destila. Si no lo es, por lo desconcertante que resulta que los responsables de una herramienta que la propia web del diario El País publicita como “un producto Santillana” (editorial perteneciente al mismo grupo empresarial) no hayan revisado sus contenidos de una forma rigurosa.
Aunque es el aspecto más grave, hay otros muy criticables en este diccionario. El simple hecho de que ofrezca como sinónimo de “homosexual” (además de “gay”): “marica”, “invertido”, “sarasa” y “de la otra acera”, sin advertir al menos del carácter despectivo o peyorativo de estos términos. También ofrece “lesbiana”, aunque lo hace en último lugar, detrás de los demás “sinónimos”. “Lesbiana” como tal, sin embargo, ni siquiera aparece definida en el diccionario… ¿Cosas de la invisibilidad lésbica, quizá?
También resulta preocupante ver que el diccionario de “El País” todavía define “matrimonio” como cualquiera de las tres acepciones siguientes: “Unión de un hombre y una mujer que se comprometen mediante determinados ritos o formalidades legales a vivir juntos”, “En la religión católica, sacramento que da un carácter sagrado y perpetuo a esta unión” y “Pareja que forman el marido y la mujer”.
Ni una sola mención al matrimonio como institución que el ordenamiento jurídico de varios países del mundo han abierto ya a las parejas del mismo sexo, algo que por cierto ya recogen diccionarios mucho más
prestigiosos como el María Moliner (en castellano) o el Merriam-Webster (en inglés).

La sensación térmica, del fantástico día de sol que se vivió hoy en la capital tucumana, reventó termómetros por la realización de la primera sesión de fotos oficial de Cruzadas. Con poses que jugaron con la dulzura, la provocación y la sensualidad, las modelos se divirtieron ante la dirección de nuestra fotógrafa oficial y sonrieron (y transpiraron) ante la mirada de curiosos transeúntes, que no podían creer lo que estaban viendo (somos re pro).
Entre las locaciones figuraron El Rosedal, del Parque 9 de Julio, la fuente de la Plaza Independencia y uno de nuestros refugios oficiales, ubicado casi en la esquina de Laprida y Córdoba. Obviamente, las chicas se limitaron a realizar una labor estrictamente profesional y se comportaron como tales (estas palabras dan cuenta del período que duró la sesión de fotos, lo sucedido a posteriori escapa del alcance de esta crónica). Las imágenes estarán disponibles muy pronto en nuestro merchandising: “Cruzadas Inc.”

Dq

Cuando Isabel conoció a María se enamoraron. Y chau, no le demos vuelta, eso pasó.
Ahora sí: el mundo se paró, los lapachos florecieron antes de tiempo, sus corazones fueron de repente sólo uno, la respiración se les detuvo, las mariposas hicieron de las suyas y ni hablar de las hadas, cupidos y duendes que –tan abiertos ellos- agilizaron los papeles de la burocracia del amor “prohibido” y a la distancia, para fundirlas en un encuentro inolvidable.
Uff.
Además, pasaron otras cosas. Que para entenderlas habría que, primero, conocer cómo se conocieron María e Isabel. Y para ello habría que, primero, conocerlas a ellas.

María
¿Vieron esas personas que hicieron absolutamente de todo en su vida? Eco! Esa es María. Además, –vaya uno a saber por qué o cómo lo hacen- es de esas personas que siempre están de buen humor. Habilidosa, trabajadora y práctica a más no poder, María sabe hacer de todo. Aunque, hay que decirlo, los detalles no son lo suyo y mucho menos la búsqueda de perfección. Simplemente se divierte. Mira dibujitos, habla con las plantas. Habla con su gato. Habla con la comida. Habla con la gente de la “cola”. Habla. Y se ríe. (Y se distrae).
María vivía en Buenos Aires cuando conoció a Isabel. Su provincia de nacimiento quedaba lejos, y su familia aún vivía en ese lugar. Pero las circunstancias (léase: familia, trabajo, ideas, deseo de libertad, “gustos”, espíritu aventurero, etc) la habían llevado a la city porteña y, fiel a su estilo, había hecho de todo para sobrevivir desde el principio.
Cuando conoció a Isabel estaba ya asentada y relativamente tranquila en la gran ciudad. Ah! Y en pareja (Pero es un detalle).

Isabel
¿Vieron esas personas que nunca se quedarían sentadas esperando que arreglen sus problemas? (Ya se que no hay tantas, usen la imaginación). Bueno, así es Isabel. La fuerza de voluntad y la perseverancia hechas persona.
Más que habilidosa -de hecho toda una artista-, Isabel sabe aprovechar su arte para vivir. Y, antítesis de María, los detalles son lo suyo: perfeccionista, meticulosa, sabe que lo que hace es admirado por todo el mundo y a pesar de hacerlo hace más de 20 años, cada día lo hace mejor (y nunca deja de buscar hacerlo mejor).
No mira dibujitos, pero es cinéfila declarada. No habla con las plantas. Ni con el gato. Ni con la comida. De hecho, no habla a menos que le pregunten algo. Y si se ríe, es porque valió la pena el comentario.
Pero…ahora que lo pienso, tengo una confusión de tiempos verbales.
Y es que Isabel no es la misma desde que conoció a María. De hecho, ahora tienen un perro, y la que más le habla es Isabel. De hecho –insisto- Isabel no para de hacer bromas o comentarios irónicos ante cada distracción de María…
Pero me fui del tema. Estábamos con Isabel…
Ah!, si: Isabel tiene 3 hijos, y ya los tenía cuando conoció a María. Ya se había casado, y ya se había divorciado tras 15 años de matrimonio con un hombre bastante “inestable” (pero esa es otra historia).
Isabel viajó a Buenos Aires a comprar insumos para su arte. María, por distintas circunstancias (que también son parte de otra historia) alojó en su casa a Isabel.

… (Sí, puntos suspensivos)

Lapachos
Bien, estábamos con los lapachos que florecían antes de tiempo. Y sí, me olvidé antes un detalle: Isabel es de un pueblo lleno de lapachos, un pueblo tranquilo, un pueblo híbrido que no termina de definirse entre su tamaño de ciudad y su aire de infierno grande.
En ese pueblo hace muchísimo calor y los lapachos suelen adelantarse a la primavera, pero el cambio climático no ayuda al romanticismo de mi relato así que vamos a interpretar que los lapachos simplemente se alegraron de que María se mudó al pueblo.
Sí, se lo tomaron en serio las chicas y de repente, María dejó su vida de Buenos Aires y se trajo el gato.
Y digo se “trajo” porque sí, yo también soy de ese pueblo. De hecho, y perdón que olvide los detalles, yo soy una de las hijas de Isabel.

Si piensan que aquí comienza otra historia llena de sucesos traumáticos, lágrimas, dudas existenciales, intentos de suicidio o crisis económicas derivadas del gasto en terapia se equivocan.
Cuando María y mi mamá se conocieron yo no entendía nada. Lo que no entendía era por qué mi mamá estaba tan feliz; no entendía, claro, hasta que yo conocí a María.
Pero sinceramente lo terminé de entender cuando María vino al pueblo. Cuando mi casa -que ahora es la suya- y mi lapacho rosado en la vereda, se llenaron de alegría. Cuando sus comidas a las que tanto les conversa (algo que todavía no termino de descifrar) se convirtieron en mis menús preferidos. Cuando mi mamá –Isabel, no se olviden- pasó a pensar más en sí misma, a ser la mujer que tanto tiempo había escondido tratando de ser fuerte ante las circunstancias “inestables” que el ex –sí, mi viejo- había dejado de herencia matrimonial.

Como se darán cuenta, sufro profundamente la carencia de afecto, derivada lógicamente de la ausencia paternal y de la transgresión a las normas naturales y divinas que en mi hogar se ha cometido. Ni hablar de lo que mi familia debería ser y no es, ese núcleo de la sociedad vital para el desarrollo armónico de toda criatura.
Como verán, también hago comentarios irónicos. Claro, soy digna hija de Isabel.
Pero, como verán, a veces olvido algunos detalles.
Claro.
Es que también soy digna hija de María.

//Epifanía


Mrmrmr las primeras luces de la mañana entran por la persiana que, otra vez, olvidé bajar… “Ufff a levantarse que comienza un fucking nuevo día”, pero al instante me arrepiento y digo: “no, que fea actitud…” pero no hay caso, el optimismo de Serrat no es lo mío… guácala! Que feo ser así… “día de buen humor”, me digo a mí misma :)
Miro el celular, que puse en “silencio”, con la esperanza de que esta vez haya recibido mensajes noctámbulos de ella pero no… el ignorarme la divierte, total con un par de líneas sabe que lo arregla todo… si, tristísimo lo mío… Y lo mejor es que espero sus mensajes pero nunca le escribo… ahhh la lógica femenina… (si alguien alguna vez la descifra por favor comente debajo de estas líneas)
Junto fuerzas y enfilo a poner orden a mi día... Entre apuntes y laburo, la vida parece agobiarme pero que dulce la monotonía de lo seguro ante el desconcierto de un amor que se parece tanto a una tragedia griega.
El día transcurre y me sorprende. “Oh, la vida se ríe tanto de mi…” me digo a mi misma mientras devuelvo sólo sonrisas a una serie de propuestas que casi, casi me arrepiento de no aceptar… Río ante las probabilidades de que algo así me pase sin estar enganchada con alguien y discuto aquellos planteos que no logran disociar el sexo del amor pero sólo los discuto… si, buuuuu!!
Llega la noche y aparece en mi puerta. Wow sorpresa! Estoy pensando seriamente en resignarme a descifrar ese “no sé qué” que tiene y me cautiva a más no poder. Mi cabeza pasa a un estado de latencia que me avergüenza y sólo escucho su voz y los latidos de mi corazón… su mirada, su boca, su piel… nos confundimos en un solo cuerpo y me encanta - cual genia maléfica que obtiene de mi lo que busca o sólo lo que se anima a tomar – y me entrego sabiendo que el amanecer sólo me verá a mi envuelta en estas sábanas y que mañana estará tan vívido como hoy el dolor de verla partir…

DrAmA qUeEr

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