Este domingo 30 a las 21 hs, continúa el ciclo de cine dESOBEDIENTE en Rayuela.

La penúltima peli del ciclo será "SHORTBUS" de John Cameron Mitchell (2006). Es la historia de varias personas que atraviesan diferentes situaciones en sus vidas relacionadas a la forma en que viven su sexualidad y sus sentimientos. Todas se cruzaran en "Shortbus", un lugar en donde todo esta a disposición del placer y la experimentación sexual.

entonces...

domingo 30 a las 21 hs en Rayuela (chacabuco 540) lxs esperamos!!!

Este domingo 23 a las 21 hs, continúa el ciclo de cine dESOBEDIENTE en Rayuela.

La segunda peli del ciclo será "Mysterious Skin" de Gregg Araki (2004), un drama que trata el abuso sexual infantil y sus efectos en dos adolescentes.


entonces...

domingo 23 a las 21 hs en Rayuela (chacabuco 540) lxs esperamos!!!

17 de mayo – Día internacional de Lucha contra la Homofobia

El 17 de mayo de 1990 la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció públicamente que la homosexualidad dejaría de estar incluida en su lista de enfermedades mentales. En el año 2003 se propuso que este día fuera una jornada global de acción en torno a la violencia contra las personas LGBT. La fecha se constituye como momento simbólico a nivel mundial para superar un sesgo médico que ha marcado los discursos de muchos sectores de tendencia homofóbica. Esta decisión de la OMS también sirvió como aporte a favor de las luchas mundiales por el reconocimiento de la diversidad sexual y de los derechos de las personas que expresan su sexualidad de forma diferente respecto del modelo heterosexual dominante.

Reivindicamos el 17 de mayo como un día de lucha, ya que pasaron 20 años de la declaración de la OMS y la situación legal y social de gays, lesbianas, bisexuales, travestis, transexuales e intersexuales dan cuenta de las diversas formas de violencia y discriminaciones que continúan sufriendo y siendo legitimadas por el orden social dominante.

Denunciamos que la transexualidad sigue siendo clasificada como Trastornos de la Identidad Sexual. Denunciamos el abuso a las travestis, especialmente por las fuerzas policiales que aprovechan de su situación de vulnerabilidad por trabajar en las calles, y con frecuencia son golpeadas, violadas y saqueadas

Luchar contra la homofobia significa cambiar las preguntas y dejar de asumir la heterosexualidad como única posibilidad. Luchar contra la homofobia significa incorporar la sexualidad en el sistema educativo como una forma más de expresarse libremente y que diferentes identidades sexuales se hagan visibles y legítimas desde la enseñanza escolar. Luchar contra la homofobia significa que los medios de comunicación asuman su responsabilidad ética para con la sociedad y no reproduzcan como únicos a los estereotipos que nos excluyen y discriminan. Luchar contra la homofobia nos corresponde a todas las personas que creemos en el respeto hacia los derechos humanos.

Hoy alrededor de 80 países en el mundo criminalizan la homosexualidad y condenan los actos sexuales entre personas del mismo sexo con penas de prisión; nueve de estos países mantienen para estos casos la pena de muerte.

Situación en Argentina
Estamos atravesando un momento histórico. Diputados y senadores están discutiendo si le “conceden” a las personas no-heterosexuales un derecho vedado, el matrimonio. El estado no crea derechos, sino que los reconoce. Como siempre voces opositoras se levantaron en contra de esta iniciativa. Si tenemos buena memoria, esto no nos sorprendería tanto, ya que en el año de 1994, el Arzobispo de Buenos Aires, cardenal Antonio Quarracino, dijo que los homosexuales eran “una sucia mancha en el rostro de la nación”, mientras hacía un llamado a la creación de una zona de exclusión para ellos. La gran parte de la población argentina practica el culto católico, por lo tanto palabras como las de este arzobispo representan un gran peso en la opinión pública, contribuyendo a fomentar la violencia y la discriminación hacia las sexualidades disidentes. También persiste un amplio sector de personas que, de alguna forma, se autodiscriminan al negarse ellos mismos asumir la identidad sexual o parcticas sexuales que les atraen por temor al castigo social y a la discriminación.

Hace poco más de dos meses Natalia Gaitán, una joven cordobesa, fue fusilada por ser lesbiana, el crimen fue perpetrado por el padrastro de su novia puesto que no toleraba la relación. Los medios de comunicación invisibilizaron el asesinato junto con las causas del mismo.

Esta es una de las tantas vidas que la intolerancia, los prejuicios, el odio, la violencia, se llevo consigo.

El 17 de mayo no celebramos nada, luchamos por todas las voces silenciadas.

Ninguna agresión sin respuesta. No queremos tolerancia, exigimos lo que es nuestro.

Entrevista realizada el 16 de abril, desde Córdoba, por la red Nosotras en el Mundo, una red creada en el 2006 como una apuesta colectiva para la construcción de puentes de comunicación entre los movimientos de mujeres de América Latina y Europa desde donde el protagonismo es de las voces de las mujeres como fuentes informativas, como una estrategia para enfrentar las desigualdades de género.


Escuchá la entrevista en: http://www.rednosotrasenelmundo.org/spip.php?article1403

En el marco del 17 de mayo, día internacional de lucha contra la homofobia...
este domingo 16 a las 21 hs en Rayuela inauguramos el ciclo de cine Desobediente, con la película "20 cm"de Ramón Salazar; comedia musical que aborda las principales problemáticas travestis/trans.






entonces...

domingo 16 a las 21 hs en Rayuela (chacabuco 540) lxs esperamos!!!

Salí de un colegio religioso y privado. Me críe en una familia “bien”, en una ciudad residencial, con un grupo de amigas y amigos “bien” y de “buenas familias”, nunca fui rebelde, era buena alumna y buena hija. En mi casa nunca “mamé” ninguna ideología política o siquiera ideas revolucionarias. Nunca me falto nada, mi familia no era "ejemplar", primero por que no existen, segundo por que a la edad de 10 años mi mamá y mi papá se separaron, de ahí todos los pequeños traumas que una puede tener, y debidos procesos, pero nunca me faltaron límites ni amor. Siempre tuve amigas, vacaciones en la playa y Tafi del Valle. Tuve misa de 15 y confirmación. Se inglés y rendí bachillerato internacional, fui a Disney a los 10 años, aunque no a los 15. Nunca fui consumista, aunque para ser sincera Levi´s siempre fue mi marca favorita por el solo hecho de ser Levi´s, y tengo algún tipo de fetiche con los zapatos de taco alto y anteojos. No solía hablar de mis problemas ni de mis sentimientos, para no molestar, me descargaba conmigo misma. Estuve enferma como a los 20 años, me odiaba la gran parte del tiempo porque mi cuerpo y mi persona no correspondían al estereotipo de mujer querible, y me sometía a mil sacrificios con tal de ser “aceptada” en esta sociedad de mujeres flacas y poco pensantes. Reaccioné a tiempo, y aún me quedan neuronas.

Muchos hombres bese, mis amigas me amenazaban con que nadie me iba a querer de novia si yo era tan fácil (sociedad conservadora y machista en la que vivimos). Aún no tenía ideología, ni fama ni maldad, siempre fui buena y divertida. Etiqueta que dejo de sentarme bien cuando me convertí en "mala onda y ortiva", provocado principalmente por la falta de ingesta de comida.
Estudie derecho e hice natación, guitarra, francés, italiano y portugués. Nunca me puse de novia, salvo con un rocker de gran corazón. Tenían razón mis amigas, ninguno de esos hombres que bese me quiso de novia, y yo ahora me arrepiento de todo corazón de haber perdido la posibilidad de mi vida de ser una ama de casa desesperada. Fui a marchas del campo y lo acompañe a mi papá. Después me arrepentí.

En algún momento la realidad me penetró. En algún momento mi realidad dejo de ser una nube de pedos de colores y sin olor para convertirse en la misma mierda que hoy veo. Logre ver una sociedad que lejos estaba de lo que me habían enseñado, una religión que se comía la cola, y familias que hacían marchas por la vida matando a quien se les cruzara por delante y nunca arriesgaban sus vidas por aquel que moría.

Me asuste. Me vi sola rodeada del enemigo con sus armas y sus puños y su corrección y su discurso hegemónico. Con miedo me acepté como lesbiana, me reconocí mujer y lesbiana, con todo el peso que esas palabras tienen.
Encontré manos que me ayudaban, encontré grupos que me apoyaban. No estaba sola, no estoy sola. Me cuestione, me cuestiono, constantemente sobre mi lugar en el mundo. Soy activista, soy militante por la transformación de este orden social, político y económico que nos oprime, que nos violenta, que nos lastima, que nos consume.

Hoy digo basta, hoy quiero ser visible, hoy quiero decir soy lesbiana por elección, acción y placer, y porque es una elección política de revelarme contra un orden que repudio, que masifica y lava cerebros.

Ser Lesbiana significa tener que enfrentarte al mundo o pasar toda tu vida simulando ser alguien que no sos o escondida en un placar.

Ser lesbiana significa pensar como decirles a tu papá y a tu mamá que no te vas a casar hasta que el congreso lo decida.

Ser lesbiana significa ser discriminada, juzgada, estigmatizada, violentada, por la propia familia, por la sociedad entera, por el estado, por la iglesia.

Ser lesbiana también significa enamorarse, no de un hombre, sino de una mujer, y tener que dar explicaciones por ello.

Ser lesbiana significa que te rompan el corazón, como a cualquier otrx.
Y cuando te rompen el corazón, porque te dejaron de amar, porque te mintieron, porque te engañaron, tenés que seguir levantándote todos los días siendo lesbiana y orgullosa de ello, y ponerle la cara al mundo.

Todos los días salgo del placard o closet. Todos los días me construyo como una mujer lesbiana, políticamente comprometida con la transformación del mundo en el que tengo que vivir, buscando la transformación del orden social, político y económico. Todos los días me despierto como una mujer desobediente, que no se banca que un hombre la maltrate, la despoje de su dignidad, le robe sus derechos, una mujer comprometida políticamente para transformar el orden heteronormativo-patriarcal en el que vive. Todos los días me reconozco como una mujer que sigue teniendo miedo, que tiene una familia que tal vez no la comprenda. Una mujer que sigue teniendo miedo, pero este miedo ya no la paraliza, sino que la moviliza. Todos los días y todas las noches soy una mujer rebelde, a la que no la calla ningún varón ni ninguna mujer, una mujer que no entra en estereotipos y que juega con ellos.

Ser lesbiana y hacerte visible significa arriesgar continuamente tu vida ante la hipocresía de la sociedad, a los fundamentalismos de la iglesia, a la opresión del estado, al rechazo de tu familia, a la ira social por elegir la disidencia. Ser lesbiana significa arriesgar tu vida, como lo hizo Natalia, y como lo hicieron tantas otras que fueron invisibilizadas. No nos callamos y no nos van a callar, por que somos muchas y estamos organizadas.

Hoy estoy en un lugar que me gusta, que me alejo de enfermedades, prejuicios y vicios. Me gusta leer libros y revistas mientras viajo en colectivo al trabajo. Volví a colgar el estante con libros que una vez casi me mata. Saco fotos y me encanta. Me divierto obsesionándome con historias pasadas. A mi papá lo veo una vez a la semana, y eso esta bien, a mi mamá la amo y a mis hermanas las quiero. Ya no rezo antes de dormir ni cuento las calorías que comí. Soy feliz y soy lesbiana. Gracias a los y las que colaboran para que siga así cada día y cada noche.

Por M.M. Cruzadas

La causa por la diversidad afectivo-sexual está copando escenarios. El miércoles 21 de abril, gracias a la organización de los chicos de Movimiento Universitario Sur y Hojas de Trébol, se metió en un amplio anfiteatro de la academia tucumana en la Facultad de Psicología de la UNT y lxs que asistimos terminamos sentadxs entre pasillos y escalones porque ya en los asientos no cabíamos.

El evento consistió en una mesa panel: "La anatomía, ¿es el destino?", reformulación que cuestiona una célebre premisa freudiana. María Belén Romando González, estudiante y representante de la organización nos introdujo a los invitados para la ocasión: el Lic. Mgter. Pedro Arturo Gómez y la Lic. en Psicología Susana Cerrizuela. Cada cual, desde su especialidad hizo su aporte a la causa por la desmitificación de las costumbres sociales bajo el velo de los mandatos naturales.

Pedro Gómez, especializado en comunicación social y medios audiovisuales, nos instó a cuestionarnos los guiones de género que reproducimos en la cotidianidad. Nos llevó a reflexionar acerca de cómo se nos enseña a ser hombre, a ser mujer e, incluso, cómo comportarnos "correctamente" como practicantes de sexualidades alternativas. Por su parte, Susana Cerrizuela, desde una perspectiva crítica del psicoanálisis, puso el dedo en la llaga de algunos supuestos básicos del psicoánalisis y revalorizó el lugar de las personas para, desde nuestra subjetividad, completar un movimiento de ensamblaje y resignificación que articule lo afectivo, con lo culturar e ideológico.

Ambos disertantes avalaron la aprobación de la ley de matrimonio entre personas del mismo sexo, sin dejar de cuestionar lo arcaico y lo conservador que esta institución lleva consigo, pero posicionándose desde el lugar de la igualdad de derechos para todxs. Ante el cuestionamiento de una asistente respecto a la formación de familias homoparentales y los posibles traumas que un niño podría sufrir por ser discriminado al ser parte integrante de esa familia, Cerrizuela no dudó en responder que todos somos discriminados por algo en la sociedad: por gordxs, por flacxs, por amaneradxs, por lentxs, por contrerxs, y puso el acento en los modos en que podemos enfrentarnos a esa discriminación, apropiárnosla y resignificarla, si nos formamos en un núcleo con bases sólidas en lo afectivo. Gómez, por otro lado, recalcó que no se trata de que ese niño o esa familia sea la enferma, sino que en todo caso la que está enferma de cinismo e hipocresía es la sociedad que avala familias educadas en las bases de la doble moral, del deber ser y hacer de determinada forma, mientras discrimina y margina a quienes se juegan por su deseo en la búsqueda de una felicidad genuina. Otra asistente, una tía lesbiana, aportó desde su experiencia en su relación con su sobrino en edad pre-escolar, y cómo a él se le explica su modo de estar en el mundo, y él, a su vez, lo transmite a sus compañeros, desde un espacio libre de prejuicios.

Desde Cruzadas, apoyamos la existencia de estos espacios de charla y discusión, y sonreímos cómplices al observar que las butacas se llenan y la gente no cabe. Sabemos que el tema interesa, que somos más de lxs que pensamos y que nuestra lucha no para de rodar e invadir, hasta reapropiarse de aquello que nos ha sido vedado, porque "quien sale del placard no se libera de poder alguno, sino que se sitúa en un enfrentamiento abierto contra el poder heteronormativo. Hay un afuera del placard, pero no un afuera del poder." (Foucault dixit)

"Ninguna agresión sin respuesta". Diez meses de lucha, y en camino...